domingo, 29 de abril de 2012

La Travesía Hidrocálida, Lobos Finalista en Liga de Ascenso

Por: Luis Alfredo Palacios Díaz / Enviado Especial 

No todos pueden ir y estar una fiesta. El reloj marcaba las 11:30 pm del 27 de abril de 2012. 60 personas lideradas por "El Bigotes" y "Felipe", líderes de la porra familiar y La Vagancia, salieron del Estadio Universitario BUAP con una sola meta, ver a su equipo en su primera final de Liga de Ascenso. 

El camino no fue sencillo, 625 kilómetros de distancia, la ciudad de Aguascalientes. El contingente poco a poca avanzaba, vio su primer retén pasando León. Los primeros rayos de sol llegaron en Lagos de Moreno, Jalisco; pero un segundo retén, este militar, fue pasando la caseta de Aguascalientes, sin embargo, minutos antes de la 9 de la mañana, la manada arribó. 

Faltaban 9 horas para el partido, en la jauría se percibía un ambiente agradable, se platicaba del juego, aunque en escasas ocasiones ya que por el momento era tiempo de conocer la cuidad. El grupo se separó, unos decidieron ir al centro, otros a la Feria de San Marcos, tiempo de feria en la cuidad hidrocálida, total, el momento era pasar un rato agradable previo al partido. 

Los minutos transcurrieron, 2 horas para el inicio del cotejo, el grupo se volvió a unir. La previa ya se sentía, cánticos, porras, etc. Con tiempo se llego al Estadio Victoria, era la hora y en punto de las 6 tarde arrancó el duelo de vuelta entre Lobos y Necaxa, uno llegaría a la final. 

Los primeros minutos pasaron prácticamente inéditos, pero en el minuto 14 la expulsión de Gustavo Ramírez puso en jaque al equipo universitario, con una apretada jugada que terminó en expulsión. En ese momento, en lo que parecía un buen avance de Lobos, el paraguayo chocó con el portero local Roberto Salcedo, pero el árbitro consideró mostrarle la tarjeta roja y dejó a Lobos con 10 hombres. 

A partir de ese momento, los hidrocálidos que se volcaron al frente y con superioridad numérica, fueron una amenaza latente, hasta que en el minuto 26, un tiro de esquina por el sector derecho fue rematado Alejandro Castillo, suficiente para decretar el único gol del partido. Pero como ha sido la constante desde que prácticamente tomó la titularidad, Oscar Jiménez estuvo en la portería para defender el arco poblano, desde el momento de la expulsión de Gustavo Ramírez hasta que finalizó el encuentro, no dejó pasar ninguna oportunidad, solo el gol de Castillo. 

Fueron más de 65 minutos en los que Necaxa buscó incesantemente acortar distancias, pero se topó con una sólida defensa de Lobos BUAP, en la que sobresalieron los ajustes del director técnico Sergio Orduña y de la disposición de los jugadores que se aplicaron en todos los sectores de la cancha. 

Cabe destacar que al finalizar el encuentro, la afición de Necaxa lanzó objetos a la cancha e impidió la llegada al vestuario; sin embargo, después de superar ese momento, vino el festejo por conseguir por primera vez en casi nueve años de trayectoria en la Liga de Ascenso, mientras el grupo tuvo que salir del estadio y festejando en el autobús. 

Custodiado por par de patrullas, la porra de la jauría tuvo que abandonar Aguascalientes. Una fiesta se vivía dentro de ese autobús verde en el que se viajó. Nuevamente fueron 625 kilómetros pero el objetivo se había cumplido. De regreso nos enteramos del rival, León la última prueba. 

Llegamos a nuestro destino. Cinco de la mañana del domingo 29 de abril y el grupo piso suelo poblano nuevamente, suelo del estadio Universitario. Fueron 17 horas de viaje totales, más de 1200 kilómetros transcurridos pero con la satisfacción de ver a Lobos BUAP en su primera final.

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